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Métodos Anticonceptivos: Una vida sexual plena y segura deben ser compatibles

Desde siempre, el control de la fertilidad ha sido una preocupación humana.

Los avances en los últimos años en los Métodos Anticonceptivos permiten en la actualidad que la planificación familiar esté al alcance de todos.

Descubre cuál se adapta mejor a tus necesidades y conoce las ventajas e inconvenientes de cada método.

¿Qué son los Métodos Anticonceptivos?

Los métodos anticonceptivos son diferentes maneras de reducir las probabilidades de que se produzca la fecundación y, con ello, el embarazo, al mantener relaciones sexuales.

Es decir, cualquier acto, dispositivo, medicación o tratamiento para impedir el embarazo es considerado un método anticonceptivo.

Existen varios tipos de anticonceptivos que clasifican en función de su composición y mecanismo de acción, tanto para hombres como para mujeres. Algunos funcionan mejor que otros para prevenir el embarazo.

Igualmente, el tipo de anticonceptivo que uses va a depender de tu deseo de tener un hijo ahora o más adelante, tu necesidad a la hora de prevenir infecciones de transmisión sexual y de tu salud.

Lo mejor es consultar con tu médico para que te ayude a decidir qué tipo se ajusta mejor a ti y a tus necesidades.

¿Cuáles son los Métodos Anticonceptivos?

Como hemos comentado anteriormente lo mejor es consultar con tu médico para determinar qué método del control de la natalidad es mejor para ti o para tu pareja, de acuerdo a las necesidades de cada uno.

Existen 5 tipos de Métodos Anticonceptivos:

– Naturales: determinan los días fértiles en los que la mujer puede quedar embarazada. Se basan en un seguimiento estricto de: calendario, temperatura basal, moco cervical, método sintotérmico (combinación de la medición de la temperatura basal y el moco cervical). Estos métodos son poco confiables y pueden poner a las personas en riesgo no sólo de un embarazo no deseado sino de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Entre estos métodos esta, por ejemplo, el coito interrumpido.

– De barrera: los anticonceptivos que evitan que el esperma se introduzca en el útero, mediante barrera física entre óvulo y espermatozoide. Son una buena opción para las mujeres que no pueden usar métodos anticonceptivos hormonales. Entre estos métodos están: los condones masculinos y femeninos, diafragmas, espermicidas, etc.

– Hormonales: Aquellos métodos de control de la natalidad que usan hormonas para regular o detener la ovulación y evitar el embarazo. Igualmente, se puede introducir hormonas en el cuerpo de varias maneras; como píldoras, inyecciones, parches cutáneos, geles transdérmicos, anillos vaginales, etc. En ocasiones, estos métodos provocan efectos adversos como nauseas, disminución de la libido, cambios de humo, etc.  Tan solo tienes que tener paciencia, cuando tu cuerpo se acostumbre a las hormonas estos síntomas desaparecerán. De lo contrario, consúltalo con tu profesional médico.

– Métodos Intrauterino (DIU): Un DIU es un pequeño dispositivo en forma de T que se inserta en el útero de la mujer para evitar el embarazo y puede permanecer y funcionar de manera efectiva durante muchos años. El dispositivo lo inserta, reemplaza pasado el tiempo recomendado o retira un profesional de la salud.

– Métodos definitivos: Aquellos que impiden el embarazo de forma permanente. Entre ellos,tanto la ligadura de trompas en las mujeres, como la vasectomía en los hombres se realizan quirúrgicamente.

Encontrar el método correcto que se ajuste a tus necesidades es una decisión importante. Igualmente, cada método anticonceptivo tiene sus ventajas y desventajas.

Por lo tanto, es recomendable visitar a un especialista médico para antes de tomar la decisión final y ver que método se ajusta mejor a tus necesidades.

La importancia de prevenir la Obesidad Infantil

La Obesidad Infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI.

Se trata de un problema a nivel mundial y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano.

La prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante.

¿Qué es la Obesidad Infantil?

Cuando hablamos del peso corporal extra de músculo, hueso, grasa y/o agua, estamos hablando de sobrepeso.

En concreto, si nos referimos al exceso de grasa corporal en el organismo estaríamos hablando de obesidad. En el caso de los niños, obesidad infantil.

Esto supone un condicionante para su salud general del pequeño y su bienestar, siendo propenso a sufrir otras patologías asociadas.

De acuerdo a los datos obtenidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) diríamos que por desgracia esta enfermedad a nivel internacional es cada vez mayor entre los menores.

Generalmente, la mayoría de los casos se dan en países en vías de desarrollo.

Para saber si tu niño padece sobrepeso debes tener en cuenta su Índice de Masa Corporal (IMS). Es decir, debes tener en cuenta la relación entre su altura y su peso para saber si tiene o no un exceso de peso.

Causas de la Obesidad Infantil

La Obesidad Infantil puede ser provocada por uno o varios factores, que a menudo actúan en combinación:

  • La principal causa de esta enfermedad se debe al exceso de calorías que ingieren los menores con respecto al gasto calórico diario. Es decir, este hecho se debe a los siguientes factores:

Dieta desequilibrada y poco saludable. Existe una tendencia mundial al aumento del consumo de alimentos hipercalóricos. Es decir, contienen gran cantidad de grasas y azúcares. ​ Entre los alimentos más perjudiciales para la salud se incluyen las bebidas azucaradas y los alimentos sumamente procesados, como por ejemplo los snacs.

Poca actividad física. ​ El sedentarismo excesivo de algunos niños resulta alarmante. A nivel mundial cada vez son más populares las actividades recreativas sedentarias como por ejemplo la televisión o los juegos de ordenador. Igualmente, aumenta el numero de niños que va al colegio en autobús o coche, en lugar de acudir andando o en bicicleta como se hacia antes.

 

  • Hábitos poco saludables. Los malos hábitos alimenticios inculcados en el entorno familiar son perjudiciales para la salud de los pequeños. En esta etapa de la vida en la que los pequeños se están desarrollando, tanto física como psicológicamente, es importante que como padres enseñemos a los peques a comer de forma saludable. Ya que ellos todavía no son capaces de decidir y dependen de las decisiones tomadas por los adultos.
  • Factores genéticos, pueden ser un factor relevante a la hora de tener sobrepeso, pero no es determinante en la obesidad. La obesidad se produce cuando este factor en combinación con una dieta desequilibrada, baja actividad física, factores socio-culturales o familiares.

Para evitar que tus hijos padezcan un peso descontrolado y así evitar enfermedades como enfermedades cardiovasculares o diabetes, lo mejor en adoptar buenos hábitos alimenticios desde que son pequeños y evitar el sedentarismo.

Para ello, puedes inscribir a tu peque en alguna actividad deportiva y/o planificar alguna excursión familiar los fines de semana.

Igualmente, predicar con el ejemplo es importante. Si tus peques te ven inactivo y alimentándote de forma incorrecta no serás un ejemplo para ellos y se desmotivaran.  Por eso, en ese caso será necesario cambiar nuestros propios hábitos para tener hijos más sanos.

El Bullying: el calvario de muchos adolescentes

Seguramente has oído de alguien o has conocido a alguien que ha sido afectado por el acoso escolar.

El acoso escolar o más conocido como “Bullying”, es un tema que como padres y educadores nos sigue preocupando, ya que por desgracia forma parte de un tipo de violencia que se vive en el mundo actual.

¿Qué es el Bullying?

Desgraciadamente, el Bullying es una palabra que esta de moda.

Esto se debe a los innumerables casos de acoso y de agresiones que se están detectando en las escuelas y colegios que están llevando a muchos adolescentes y niños a vivir situaciones verdaderamente aterradoras.

También conocido como Acoso Escolar, el Bullying es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuado que recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente.

El objetivo, someter y asustar a la víctima para lograr algún resultado favorable para los acosadores o simplemente para satisfacer la necesidad de agredir y destruir.

Igualmente, implica una repetición continuada de las burlas o las agresiones y puede llegar a provocar la exclusión social de la víctima.

Tipos de Bullying

Existen varios tipos de acoso escolar que, a menudo, aparecen de forma paralela:

– Físico: empujones, patadas, puñetazos, agresiones con objetos, etc. Es el tipo de acoso más común, especialmente entre los chicos.

– Verbal: insultos, motes despectivos, menosprecios, etc. Resulta el más habitual.

– Psicológico: minan la autoestima de la victima y fomentan su sensación de temor. Son las agresiones más difíciles de detectar por parte de profesores o padres porque se llevan a cabo a espaldas de cualquier persona que pueda percatarse de la situación.

– Social: pretende aislar al joven del resto del grupo y compañeros. Puede ser directa (exclusión del grupo) o indirecta (ignorar a la victima).

Sexual: abuso sexual o referencias malintencionadas a partes íntimas del cuerpo de la víctima. Incluye el bullying homófobo, cuando el maltrato hace referencia a la orientación sexual del menor.

Igualmente, debes saber que con la llegada de las nuevas tecnologías e Internet el acoso escolar ha salido de las aulas y ha cambiado de escenario, agravando aún más la situación.

¿Cómo puedes reconocer un caso de Bullying?

Para hablar de Bullying, tiene que haber un acoso (verbal, físico, etc) continuado en el tiempo. No se trata de una pelea puntual,  el agresor generalmente tiene un comportamiento provocador y de intimidación permanente.

Para detectar si un niño sufre acoso, conviene que estemos atentos a la siguiente señales:

1. Cambios en su comportamiento y su personalidad.

2. Cambios de humor, tristeza o irritabilidad.

3. Trastornos del sueño. Le cuesta más dormir e igualmente suele tener pesadillas.

4. Cambios en los hábitos alimenticios: ansiedad a la hora de comer o falta el apetito.

5. Dolores de cabeza o de tripa sin una causa orgánica que lo justifique.

6. Señales físicas como golpes o rasguños. Frecuentemente, mentirá y dirá que se ha caído.

7. Rechazo continuado al colegio. Cuando mencione que no quiere ir al colegio en reiteradas ocasiones.

8. Presenta problemas para relacionarse. El pequeño protesta cuando es la hora del recreo, para no acudir a las excursiones con la escuela, etc. No quiere relacionarse con sus compañeros y generalmente se aísla.

9. Bajada en su rendimiento académico. Falta de interés, concentración y atención en los estudios.

En el caso de que sospeches que un niño esta siendo acosado y es víctima de Bullying, lo más importante es establecer un canal de comunicación y de confianza con el niño para que él se sienta cómodo al hablar contigo.

Comprometerte ha ayudarlo a resolver el problema y no le hagas sentir culpable de la situación.

Igualmente, si ves que el pequeño se encuentra muy dañado emocionalmente por la situación, busca la asesoría de un psicólogo para ayudarle.

 

Las Nuevas Tecnologías se convierten en una nueva herramienta de Acoso

Por desgracia, el acoso escolar y los abusos sexuales a menores entre otros, siempre han estado presente de una forma u otra en nuestra sociedad.

Con la llegada de las nuevas tecnologías e Internet esta problemática ha cambiado de escenario y este tipo de acoso se ha visto agravado aún más por la rapidez de difusión que proporcionan estos medios de comunicación.

Dando paso a nuevas problemáticas como por ejemplo el Sexting o el Grooming. Términos que generalmente desconocemos, pero por desgracia están presentes en nuestro país.

Por ello, para conocer y proteger a tu hijo de los riesgos que existen detrás de las nuevas tecnologías, aquí tienes algunas problemáticas y términos que deberías conocer.

¿Qué es el Ciberberacoso o el Ciberbullying?

El Ciberacoso o el Ciberbullying son los términos a los que hacemos referencia cuando el agresor hace uso de medios de comunicación digitales para acosar a una persona o grupo de personas.

En definitiva, la acción mediante la cual un menor atormenta, insulta, amenaza, humilla o molesta a otro/a menor mediante el uso las nuevas tecnologías, mayormente de Internet.

A veces esta situación puede llegar a ser insostenible y desencadenar otros problemas como depresión o ansiedad.

Igualmente, debes tener en cuenta que este problema puede tener una doble vertiente.

En ocasiones, las víctimas no solo son objeto de ese acoso sino que también pueden llegar a formar parte como sujeto que lleva a cabo esas agresiones a otros compañeros del colegio bajo la amenaza de los agresores.

Por ello, es importante que los menores sepan que este tipo de conductas son inapropiadas y son un delito grave y que además tienen consecuencias negativas.

 ¿Qué es el Grooming?

Otro término que viene dado por el mal uso que dan algunas personas a las nuevas tecnologías es el Grooming.

Un término de la lengua inglesa que significa “acicalar” en español.

En definitiva, nuevo tipo de problema relativo a la seguridad de los menores en Internet.

Estaríamos hablando de Grooming cuando un adulto estable lazos de amistad con un menor en internet, con el objetivo de obtener imágenes eróticas o pornográficas o incluso organizar un encuentro sexual para obtener una satisfacción sexual.

Se trata de un problema cada vez más inminente que ya ha puesto en guardia tanto a la policía como a distintas asociaciones.

Las principales dificultades para terminar con este problema  son el anonimato de los delincuentes, la inocencia de los menores y la fácil accesibilidad de Internet que exite hoy en día.

¿Qué es el Sexting?

El termino Sexting viene dado de la contracción de los términos en Inglés “Sex” y “Texting”.

Se define como la práctica de enviar mensajes de texto, imágenes y/o vídeos de contenido erótico o pornográfico utilizando como medios los teléfonos móviles.

Los expertos advierten que se trata de una práctica de alto riesgo.

Ya que puede causar graves daños psicológicos a los jóvenes que en muchos de los casos desconocen el destino final de dicho contenido.

Por lo tanto,  que los menores esten informados de los peligros a los que se exponen e igualmente evitar este tipo de prácticas.

¿Que es la Sextorsión?

Tras prácticas como el Sexting aparecen términos como la Sextorsión.

Igualmente, este problema puede darse por la apropiación indebida de imágenes y videos de contenido sexual.

Se trata de una forma de explotación sexual en la que se chantajea a una persona haciendo uso de una imagen o vídeo en la cual esa persona aparece desnuda o realizando actos sexuales.

 

Sin embargo, las víctimas de estos depredadores sexuales virtuales se encuentran en un momento de la vida en la que su personalidad se está formando y son muy vulnerables.

Por lo que resulta muy frecuente que no denuncien los hechos por miedo o vergüenza.

En este punto, es importante que tú como padre, madre, educador o tutor legal del menor permanezcas alerta para detectar estos tipos de violencia y si se diese el caso, denunciar los hechos.

Igualmente, es primordial que los niños sepan hacer un buen uso de las nuevas tecnologías, conozcan las redes sociales y sepan establecer los límites en su uso.

La Obesidad, más que un problema de peso

La obesidad es algo más frecuente en varones que en mujeres.

La frecuencia de la obesidad está aumentando en la mayoría de los países desarrollados y en vías de desarrollo.

El mejor método para saber si un persona es obesa y la gravedad de la obesidad es calcular el índice de masa corporal (IMC).

Todo sobre la Obesidad a continuación.

¿Qué es la Obesidad?

El sobrepeso consiste en tener un peso corporal extra de músculo, hueso, grasa y/o agua.

Cuando hablamos de la acumulación anormal o excesiva de grasa en el organismo estaríamos hablando de obesidad.

El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo que acentúan y agravan a corto plazo y de forma evidente numerosas enfermedades crónicas, como por ejemplo la diabetes o la hipertensión.

Para saber si una persona tiene obesidad debemos tener en cuenta el índice de masa corporal (IMC).

Causas de la Obesidad

La aparición de la obesidad puede estar ligada a una o varias causas.

El sedentarismo excesivo de algunas personas y el exceso de alimentos sumamente procesados, que contienen grasas, harinas, azucares y una gran cantidad de sal son los principales causantes de la obesidad,

Además de estos problemas más habituales como la mala alimentación o la falta de ejercicio físico, también existen, por ejemplo, los factores genéticos.

Si bien la genética juega un rol importante en la obesidad, pero esta no es determinante en peso de una persona.

A pesar de que los genes pueden ser una predisposición a la hora de tener sobrepeso y obesidad, este solo se produce cuando se combina con otros factores, como las costumbres, la alimentación, etc.

Igualmente, algunos estudios demuestran que cuanto menos duerma una persona, más probable es que tengan sobrepeso u obesidad. Esto se debe, a que las hormonas que liberamos mientras dormimos controlan el apetito y el consumo de energía de nuestro organismo.

Asimismo, los factores socioeconómicos también pueden influir en la aparición en esta enfermedad. En algunos países desarrollados, la frecuencia de la obesidad es mayor en personas de nivel socioeconómico bajo que entre las de nivel más alto.

Y, por último, están los factores emocionales ya que algunas personas comen más de lo habitual cuando están aburridas, enojadas, molestas o estresadas.

Consecuencias de la Obesidad

Por lo general, una persona con obesidad podría padecer enfermedades como:

  • Problemas cardiovasculares (hipertensión, diabetes, colesterol alto, etc.).
  • Sufrir artrosis o artritis
  • Dificultad para respirar.
  • Fatiga
  • Mayor tendencia al cáncer.
  • Trastornos de sueño
  • Ansiedad
  • Depresión

Por lo general, la esperanza de vida de las personas con obesidad se reduce por las complicaciones que supone esta enfermedad.

Por suerte las cosas también funcionan al revés.

Si cambiamos nuestros hábitos y tratamos que regular nuestro IMC , el cuerpo lo agradece y se regulariza. Cuando adelgazamos se disminuye la presión arterial, baja el colesterol y se equilibra su nivel de glucosa en sangre.

Igualmente, empezaras a sentirte más ligera.

En InfoFamily trabajamos para ayudaros a ti y a tu familia en el cuidado de la salud.

 

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Su primera comida: Enseña a comer a tu hijo menor de 3 años

Tu bebé comienza a dar sus primeros pasos y a explorar el mundo.

Esa curiosidad que se despierta en tu hijo se trasladará hasta la mesa.

Recuerda que tu pequeño está en fase de crecimiento y debes evitar en todo lo posible los alimentos prohibidos para tu bebé, tu hijo podrá comer de todo en pequeñas cantidades.

Las papillas, los purés y los alimentos troceados serán tus mayores aliados a la hora de aportar diversidad a la dieta de tu pequeño. Igualmente, ten presente que los carbohidratos, las verduras y las frutas, las proteínas, los lácteos y las grasas saludables deben ser las protagonistas en la dieta de un menor.

Por ello, no dudes en incluir estos grupos de alimentos en cada comida principal.

Además, es conveniente que empieces a trabajar con estos sabores y texturas lo antes posible, para que se familiarice con el sabor y la textura de estos aliementos. 

¡Te ayudamos en este artículo! 

¿Tu hijo es caprichoso y no quiere comer la verdura?

Tu bebé empezará a desarrollar sus dientes de leche sobre los primeros 6 meses de vida hasta los tres años de edad.

Por ello debes orientar la alimentación de tu hijo menor de tres años al ritmo de la salida de sus molares e incisivos, ya que con ellos empezará a aprender a masticar.

Es normal entonces que adecuemos la dieta de nuestro bebé a medida que sus dientes nazcan.

Esto puede acarrear lloros y pataletas cuando le demos de comer algo a lo que no está acostumbrado o no le guste.

Las famosas escenas suelen ocurrir a menudo en niños en torno a los 18 meses, cuando ya muestran preferencias y aversiones alimentarias.

A esta edad tu bebé puede empezar a mostrar comportamientos caprichosos y usará la negativa para todo.

Es muy posible que incluso rechace los alimentos e incluso rechace las cosas que hasta ahora le gustaban.

Por ello, es importante que tengas mano firme a la hora de la comida y, si tu hijo rechaza un alimento, ofréceselo unos días después para ver cómo reacciona e identificar si la negativa es por gusto o por capricho.

Cómo evitar que tu hijo coja aversión a la comida

Recuerda que tu hijo debe aprender a comer bien, por lo que tu autoridad vuelve a ser clave a la hora de lograr que tu hijo coma de todo y de forma equilibrada.

Debes adaptar también su alimentación a su edad y tamaño, por lo que, si no tiene hambre, no le obligues a comer.

Cabe destacar, que de media, tu hijo engordará dos kilos y medio al año y crecerá 12 centímetros antes de los tres años y a partir de esa edad, 9 cm.

Por ello, para evitar que tu pequeño coja aversión a algún alimento, te recomendamos que sigas estos consejos y logres así darle una dieta sana y equilibrada:

Cero estrés: Puede que tras cumplir el primer año de vida, tu hijo muestre una mayor falta de apetito.

Esto se debe a que tu bebé necesita ingerir menos calorías ya que crece a un menor ritmo.

Por ello, procura no alterarte si tu pequeño come menos y dale siempre la cantidad de comida que requiera, sin forzarle a comer más.

Incluye todos los nutrientes: A pesar de que su ritmo de crecimiento se haya ralentizado, no se ha detenido.

Por lo tanto, tu bebé necesita más nutrientes que un adulto en proporción a su peso, ya que está en constante desarrollo.

Introduce alimentos nuevos poco a poco: El consejo clave a la hora de evitar que tu pequeño le coja manía a algún producto es incluirlos muy poco a poco y de uno en uno.

En principio, mezcla la nueva comida, en pequeñas porciones, con la de siempre, para que distinga el nuevo sabor lentamente.

Más adelante puedes incluir este nuevo alimento al principio de cada comida, cuando el pequeño esté más hambriento y con menos reparos en probar cosas nuevas.

Tras esto, solo debes esperar a que se acostumbre a este plato reciente antes de introducir un nuevo ingrediente a su menú.

Caprichos fuera: No necesitas darle un premio a tu pequeño por hacer algo bien o terminarse su comida.

Igualmente, si este caprichito se tratase de un dulce debes tener muy claro que cuanto más lejos mejor, al igual que los zumos.

Además de evitar las caries en su dentadura primaria, eludirás la dependencia que las golosinas y el azúcar en tu hijo.

Incluso lograrás evitar pataletas y lloros porque, en vez de darle un zumo, le has dado una pieza de fruta.

Enseña a tu pequeño a comer solito

Enseñar a comer a tu pequeño no es algo difícil.

Dale de comer siempre cerca de ti y procura que te vea comer con los cubiertos.

Esto despertará su curiosidad y su instinto de imitación, lo que le hará querer hacer lo mismo que tú.

Por ello no es raro que, en poco tiempo, puedas verle intentando pinchar algo o usando unos cubiertos.

Sigue estos trucos para explotar la capacidad de imitación de tu hijo y enseñarle más rápidamente y de forma correcta a comer solito:

Muéstrale a usar los cubiertos: Como ya hemos mencionado, gracias a la imitación, tu bebé querrá hacer lo mismo que tú, tanto dentro como fuera de la mesa.

Por ello, debes enseñar a tu hijo a usar de forma correcta los cubiertos, además de a masticar.

No viene mal que sientes a tu hijo a la mesa para que pueda veros y si le da curiosidad por robar algo de tu plato, dáselo.

Así fomentarás su curiosidad y dejarás que se acostumbre a los nuevos sabores y olores, además de lograr evitar futuros rechazos a la comida.

Además, al sentarse con la familia, el pequeño ampliará su vocabulario y desarrollará aún más su lenguaje.

Practica buenos hábitos alimenticios: Durante esta edad tu hijo va a aprender a comer solo, mayoritariamente mediante imitación.

Por este motivo, es importante que adoptes la postura y realices las comidas de la forma que a ti te gustaría que lo hiciera tu hijo, ya que de ti sacará el modelo a seguir.

Otra cuestión es incluir platos coloridos y variados en la mesa, tanto para ti como para tu pequeño y le muestres los cuatro sabores básicos para que se adapte mejor a ellos: salado, dulce, amargo y ácido.

No le castigues: Es normal que tu pequeño no quiera acabarse todo el plato o rechace algún alimento.

En vez de molestarte, debes mostrar alegría cuando el pequeño termine su comida e indiferencia si no lo hace.

El rechazo muchas veces viene dado para llamar tu atención, por lo que es importante que no prestes excesiva atención a sus berrinches y sí a sus buenos comportamientos.

Dale de comer cinco veces al día: es conveniente que tu pequeño coma poco, pero de manera continua, por lo que puedes empezar a implementar la regla de cinco comidas diarias.

Con este método, además de evitar que el pequeño pase hambre, le instauramos una rutina muy conveniente para su desarrollo fisiológico y educativo.

Pasa tiempo con tu hijo: Que el pequeño ayude en la preparación de los alimentos y esté con la familia durante la comida es una buena manera de crear unos hábitos saludables.

Mantén un horario fijo; evita el mal ambiente durante la comida; huye de las distracciones como son la televisión, la radio o los móviles; y procura que ninguno en la mesa coma con excesiva rapidez.

Estos consejos y muchos más los encontrarás en nuestro blog, donde te informamos y te ayudamos a cuidar mejor a los tuyos.

 

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