Métodos Anticonceptivos: Una vida sexual plena y segura deben ser compatibles
Desde siempre, el control de la fertilidad ha sido una preocupación humana.
Los avances en los últimos años en los Métodos Anticonceptivos permiten en la actualidad que la planificación familiar esté al alcance de todos.
Descubre cuál se adapta mejor a tus necesidades y conoce las ventajas e inconvenientes de cada método.
¿Qué son los Métodos Anticonceptivos?
Los métodos anticonceptivos son diferentes maneras de reducir las probabilidades de que se produzca la fecundación y, con ello, el embarazo, al mantener relaciones sexuales.
Es decir, cualquier acto, dispositivo, medicación o tratamiento para impedir el embarazo es considerado un método anticonceptivo.
Existen varios tipos de anticonceptivos que clasifican en función de su composición y mecanismo de acción, tanto para hombres como para mujeres. Algunos funcionan mejor que otros para prevenir el embarazo.
Igualmente, el tipo de anticonceptivo que uses va a depender de tu deseo de tener un hijo ahora o más adelante, tu necesidad a la hora de prevenir infecciones de transmisión sexual y de tu salud.
Lo mejor es consultar con tu médico para que te ayude a decidir qué tipo se ajusta mejor a ti y a tus necesidades.
¿Cuáles son los Métodos Anticonceptivos?
Como hemos comentado anteriormente lo mejor es consultar con tu médico para determinar qué método del control de la natalidad es mejor para ti o para tu pareja, de acuerdo a las necesidades de cada uno.
Existen 5 tipos de Métodos Anticonceptivos:
– Naturales: determinan los días fértiles en los que la mujer puede quedar embarazada. Se basan en un seguimiento estricto de: calendario, temperatura basal, moco cervical, método sintotérmico (combinación de la medición de la temperatura basal y el moco cervical). Estos métodos son poco confiables y pueden poner a las personas en riesgo no sólo de un embarazo no deseado sino de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Entre estos métodos esta, por ejemplo, el coito interrumpido.
– De barrera: los anticonceptivos que evitan que el esperma se introduzca en el útero, mediante barrera física entre óvulo y espermatozoide. Son una buena opción para las mujeres que no pueden usar métodos anticonceptivos hormonales. Entre estos métodos están: los condones masculinos y femeninos, diafragmas, espermicidas, etc.
– Hormonales: Aquellos métodos de control de la natalidad que usan hormonas para regular o detener la ovulación y evitar el embarazo. Igualmente, se puede introducir hormonas en el cuerpo de varias maneras; como píldoras, inyecciones, parches cutáneos, geles transdérmicos, anillos vaginales, etc. En ocasiones, estos métodos provocan efectos adversos como nauseas, disminución de la libido, cambios de humo, etc. Tan solo tienes que tener paciencia, cuando tu cuerpo se acostumbre a las hormonas estos síntomas desaparecerán. De lo contrario, consúltalo con tu profesional médico.
– Métodos Intrauterino (DIU): Un DIU es un pequeño dispositivo en forma de T que se inserta en el útero de la mujer para evitar el embarazo y puede permanecer y funcionar de manera efectiva durante muchos años. El dispositivo lo inserta, reemplaza pasado el tiempo recomendado o retira un profesional de la salud.
– Métodos definitivos: Aquellos que impiden el embarazo de forma permanente. Entre ellos,tanto la ligadura de trompas en las mujeres, como la vasectomía en los hombres se realizan quirúrgicamente.
Encontrar el método correcto que se ajuste a tus necesidades es una decisión importante. Igualmente, cada método anticonceptivo tiene sus ventajas y desventajas.
Por lo tanto, es recomendable visitar a un especialista médico para antes de tomar la decisión final y ver que método se ajusta mejor a tus necesidades.
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