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Ley de dependencia: Ayuda a los mayores

Para entender la Ley de Dependencia, primero tendremos que saber como se define la situación de dependencia. Esta situación, se define como “la necesidad de ayuda o asistencia importante para poder realizar las actividades de la vida cotidiana”.

¡Te ayudamos en este artículo!

¿Qué es la Ley de Dependencia?

La dependencia no es sólo sinónimo de vejez, puesto que puede darse a cualquier edad, aunque los mayores suelen ser los más afectados.

La situación legal de la Ley de Dependencia, se reconoce oficialmente mediante un proceso legal que comienza con la presentación de la solicitud de reconocimiento, a través de una escala que ayuda a valorar la capacidad de la persona para llevar a cabo actividades básicas de la vida  diaria por sí misma, así como la necesidad de apoyo y supervisión para realizar estas actividades por personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental.

Las valoraciones serán responsabilidad de los órganos de valoración que determine cada Comunidad Autónoma, estos emitirán un informe sobre el grado y nivel de dependencia, especificando los cuidados que dicha persona pueda requerir.

¿Qué tipos de dependencia existen?

La Ley de Dependencia cuenta con cuatro tipos de dependencia; lo cual nos ayuda, más adelante a diferenciar el grado de dependencia de cada persona:

  • Dependencia física: la persona pierde el control de sus funciones corporales y de su interacción con los elementos físicos del entorno. Por ejemplo; esclerosis múltiple o las consecuencias producidas por un traumatismo cerebral.
  • Dependencia psíquica o mental: pérdida de la capacidad para resolver problemas y de tomar decisiones. Por ejemplo; Alzheimer.
  • Dependencia sensorial: está dependencia se debe a la alteración de alguno de los sentidos; la vista y el oído fundamentalmente.
  • Dependencia mixta: se inicia a partir de una enfermedad que provoca problemas de diversa naturaleza, como dependencia física por afectación de la movilidad relacionada con problemas sensoriales, a la hora de hablar, problemas al tragar y de comunicación.

Grados de dependencia

La Ley de Dependencia, reconoce tres grados dentro de dicha ley:

  • Grado I o Dependencia moderada: cuando la persona necesita ayuda, para realizar actividades básicas de la vida diaria; o necesita apoyo intermitente o limitado para su autonomía personal.
  • Grado II o Dependencia grave: cuando la persona necesite ayuda, para realizar actividades básicas de la vida diaria; pero sin requerir apoyo permanente de un cuidador o tiene necesidades de apoyo extenso para su autonomía personal.
  • Grado III o Gran dependencia: cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas y, por su pérdida total de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, necesita el apoyo indispensable y continuo de otra persona o tiene necesidades de apoyo generalizado para su autonomía personal.

Requisitos para beneficiarse de la Ley de Dependencia

Para beneficiarse de los derechos que otorga la Ley de Dependencia, es necesario cumplir los siguientes requisitos:

 

  • Ser español.
  • Residir en territorio nacional.
  • Que el órgano evaluador de la Comunidad Autónoma correspondiente le declare “dependiente”.

¿Qué prestaciones económicas tiene La Ley de Dependencia?

La Ley de Dependencia, cuenta con varias prestaciones económicas para las personas reconocidas por esta ley como dependientes.

  • Cuidados en el entorno familiar y apoyo de cuidadores no profesionales; siempre que se den las circunstancias adecuadas y el Programa Individual de Atención lo establezca; el dependiente recibirá atención por cuidadores no profesionales.
  • Vinculada al servicio; cuando el acceso a un servicio público o concertado de atención y cuidado no sea posible.
  • Asistencia personal, contribuir a la contratación de un cuidador profesional, durante un número de horas, que facilite al beneficiario el acceso a la educación y al trabajo, y a tener una vida más autónoma a la hora de realizar actividades básicas.

Aprovéchate de InfoFamily para adquirir toda la información posible sobre esta afección ocular y otras dolencias.

El estrés en la tercera edad

Como bien sabemos, el envejecimiento se define de varias maneras y una de ellas es la pérdida progresiva de las capacidades de enfrentarse al estrés.

Esto concuerda con la percepción que tenemos de las personas ancianas como seres frágiles y vulnerables.

En este post te damos las claves para ayudar a tus seres queridos a afrontar el estrés que provoca la avanzada edad.

¿Qué es el estrés?

El estrés es un reflejo natural del ser humano, que se genera en defensa de situaciones externas amenazadoras o desafiantes para la persona.

Para afrontar dichas situaciones, el cuerpo debe proveerse de manera rápida de la suficiente energía.

Para poder generar esa energía las células de nuestro cuerpo comienzan a catabolizar la energía acumulada en el organismo.

Esto hace que las células trabajen más rápido de lo normal produciendo desechos y necesitando gran cantidad de nutrientes.

La sangre, que contiene esos nutrientes, tiene que circular más rápido para poder abastecer a las células, a consecuencia de ello el ritmo cardíaco y la respiración se aceleran.

Por otra parte, una respuesta de estrés implica un aumento de la frecuencia de las ondas cerebrales.

Las ondas cerebrales se producen por la activación de miles de neuronas actuando a la vez lo que en casos de activación elevada produce los comunes dolores de cabeza.

Cómo afecta a las personas mayores

Las personas mayores responden de forma distinta a situaciones de estrés.

Por una parte, un mejor control del estrés está relacionado con el envejecimiento activo, y por otra, con estrategias emocionales para manejarlo.

Existen dos importantes teorías sobre la relación existente entre el envejecimiento y el estrés: la primera de ellas sostiene que la edad avanzada es un momento de la vida en el cual el organismo deja de controlar y gestionar bien el estrés.

La otra teoría afirma que el estrés, sobre todo en su forma prolongada y crónica, acelera el envejecimiento; ambas teorías no son en realidad opuestas sino complementarias.

Si un organismo anciano se ve sometido a situaciones estresantes, ya sean de tipo físico o psicológico, es muy posible que se desmorone antes que un organismo más joven o bien que su percepción de la sensación subjetiva de estrés sea mucho más intensa.

Resulta fundamental apuntar que en ausencia de cualquier tipo de estrés, los organismos mayores y jóvenes actúan prácticamente igual.

Sin embargo, sometidos a estrés, la actuación empeora en ambos grupos de edad, pero ocurre con mayor rapidez en los ancianos.

El estrés en los adultos mayores puede tener distintas causas: padecer una enfermedad crónica, la pérdida del cónyuge, el retiro de la vida productiva o jubilación, y cambios en la dinámica familiar son tan solo algunas de ellas.

Pese a que la muerte todavía se encuentra lejos, los adultos mayores se preparan para ella, de ahí que la integración de las experiencias vividas sea tan importante: si se considera que la propia vida ha tenido sentido la crisis de esta edad será superada con éxito.

De lo contrario, las personas mayores entrarán en una etapa de desesperación, de angustia por sentir que desperdiciaron oportunidades en su vida y temor a la muerte.

Síntomas del estrés

Algunos síntomas de estrés que pueden presentarse en ésta como en otras etapas son:

•Dolores de cabeza y espalda
•Indigestión
•Palpitaciones
•Dificultad para concentrarse
•Indecisión
•Llanto
•Nerviosismo
•Irritabilidad

Asimismo, el estrés crónico puede empeorar la diabetes al causar elevación de los niveles de glucosa, la hipertensión arterial y eleva el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y depresión, de ahí que sea importante buscar ayuda en cuanto se perciban los síntomas en la persona mayor.

Formas de manejar el estrés

Ya hemos visto cómo afecta el estrés a las personas mayores.

Desde InfoFamily te damos una serie de consejos para prevenirlo y ayudar a tu ser querido a afrontar la tercera edad con una buena salud mental:

  • Comprometerse en un actividad física regular

Dependiendo de su condición, los adultos mayores pueden practicar diversas disciplinas como el Tai Chi o el Yoga, gimnasia, natación, entre otras.

  • Entrenamiento en asertividad

Dentro de las estrategias cognitivo-conductuales, tomar un curso de asertividad les permitirá expresar sus necesidades y manejar los conflictos.

  • Unirse a un grupo

Ya sea para trabajar alguna problemática en particular por ejemplo, un duelo o como forma de mantenerse socialmente activo.

  • Cuidar de una mascota

Varios estudios apoyan la idea de que tener un animal de compañía puede aliviar el estrés. En el caso de los adultos mayores solo hay que tomar en consideración lo que implica en términos de cuidado y económicos el ser dueño de una mascota.

Eso si, debes saber que una mascota es un ser vivo y que requiere ciertos cuidados y dedicación.

  • Mantenerse mentalmente activos

Leer, juegos de mesa y aprender, mantienen el cerebro de las personas mayores en buen estado y retrasan la aparición de procesos neurodegenerativos.

  • Escuchar música

La música tiene innumerables beneficios para las personas desde el vientre materno hasta las de avanzada edad; en el caso de los mayores, la música puede evocar recuerdos altamente placenteros que disminuyan el dolor tanto físico como emocional.

  • Bailar

Como la música, el baile puede ser una actividad que permita a los adultos mayores evocar gratos recuerdos y aliviar el estrés, pero también les permite mantener su flexibilidad y agilidad tanto física como mental.

Si quieres saber más sobre diferentes cuidados familiares y temas de interés puedes consultar nuestro Blog y suscribirte para recibir la información de primera mano.

Párkinson: Cuando no puedes parar de temblar

El Párkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a alrededor de 300.000 personas en España.

Esta patología es la enfermedad neurodegenerativa más común detrás de la enfermedad de Alzheimer.

Y, al igual que el Alzheimer, el Párkinson cuenta con mayor incidencia entre personas de edad avanzada, entre 70 y 79 años, algo más en mujeres.

Además, la mortalidad en personas que viven con este trastorno del movimiento es mayor que las que no lo sufren y su calidad de vida va mermando con el tiempo.

Por ello es imprescindible un cuidado y atención constantes.

Sigue leyendo para saber qué es exactamente el Párkinson y cómo detectarlo y, si tienes a una persona a tu cargo con esta enfermedad, aprender cómo cuidarla.

¿Qué es el Párkinson?

Como ya hemos mencionado, el Párkinson es una enfermedad neurodegenerativa que ocasiona el deterioro crónico de la parte cerebral que controla el sistema motor.

Esto se debe a que las células nerviosas de la sustancia negra, ubicada en el área cerebral que controla el movimiento, mueren o se deterioran.

Este deterioro de las células de los ganglios basales ocasiona una pérdida en la acción de la dopamina, lo que interfiere en la conexión entre otras células y músculos.

Se desconoce el por qué mueren estas células, sobre todo en los casos en los que no existe una causa clara, como sí ocurre en traumatismos, casos hereditarios o por drogodependencias.

Por este motivo, es recomendable que conozcas todo lo relacionado con esta enfermedad, sobre todo si cuentas con familiares que sufren de Párkinson.

Prevenir el Párkinson es posible

Como ya hemos mencionado, no se conoce las causas exactas del desarrollo del Párkinson.

Por ello, es casi imposible prevenir la enfermedad al cien por cien, pero si puedes retrasar su aparición.

Por este motivo, hemos creado una lista de todo lo que puedes hacer para evitar esta enfermedad, ya que, al igual que el Alzheimer, cuanto antes comiences a prevenirlo mejor.

Huye de los pesticidas y las toxinas: Algunos estudios avalan la posibilidad de que ciertos químicos usados en los cultivos pueden estar relacionados con la aparición de esta patología.

Por lo tanto, opta por lavar muy bien las verduras y frutas antes de ingerirlas y procura abastecer tu frigorífico con comida ecológica.

Menos pescado: Los metales pesados, como el mercurio, muy común entre los peces de gran tamaño, como el atún o el pez espada, pueden ser responsables de apariciones tempranas de esta enfermedad.

Relájate y disfruta de la vida: El Párkinson suele tener mayor incidencia entre personas con un nivel de estrés oxidativo muy grande.

Por ello procura evitar la tensión y el estrés excesivo, sobre todo cuando llegas a cierta edad.

¿Cómo se puede detectar si se sufre de Párkinson?

Los síntomas de esta dolencia  son muy característicos y no pasan desapercibidos.

Aun así, las primeras señales de la enfermedad de Párkinson son muy leves y pueden pasarse por alto hasta que éstos se incrementan con el paso del tiempo.

Por este motivo, debes estar muy atento a estos primeros síntomas, que suelen presentarse en un lado del cuerpo para luego generalizarse:

  • Dolores en las articulaciones
  • Cansancio
  • Dificultad para moverse
  • Peor caligrafía
  • Cambios de humor: Depresión o irritabilidad

Estos son los síntomas más típicos que aparecen a causa del deterioro cognitivo y tras un largo tiempo:

 

  • Temblores hacia atrás y hacia adelante; normalmente en la mano, pie o mandíbula.
  • Rigidez y falta de flexibilidad muscular.
  • Pérdida del movimiento espontáneo y automático, ralentizando así todas las acciones.
  • Inestabilidad y tendencia a inclinarse hacia adelante o atrás y a dar pasos cortos y rápidos para mantener el equilibrio.
  • Dificultad para masticar y tragar por el mal funcionamiento de los músculos, lo que provoca atragantamientos y babeo.
  • La depresión y la apatía son algo muy común en enfermos crónicos y de Párkinson.
  • Somnolencia y pesadillas continuas debidas a los fármacos contra la enfermedad.
  • Incontinencia urinaria o dificultosa debido a las deficiencias del control muscular.
  • Estreñimiento acusado por la lentitud de los músculos intestinales.
  • Pérdida de expresión en el rosto, a causa de la falta de fuerza de los músculos en la cara, lo que le da una apariencia de ‘máscara’.
  • Aparición de hiposmia, que impide al enfermo distinguir correctamente los olores o incluso percibirlos.

La mejor manera de tratar el Párkinson

Es cierto que esta enfermedad, una vez que se detecta, no tiene cura, por lo que, lo único que puedes hacer es reducir su avance.

Ante esta enfermedad es imprescindible acudir al especialista y poner tu salud, o la de la persona a tu cargo, en sus manos expertas.

El médico se centrará en controlar los síntomas, reducir su avance y paliar los efectos secundarios derivados de la toma de fármacos, diseñados para fomentar la creación de dopamina y evitan el deterioro de las células nerviosas.

La cirugía también es un tratamiento a considerar, que actúa sobre la parte afectada del cerebro, pero que se prescribe a enfermos específicos: Menores de 70 años, con incapacidad funcional muy grave y sin demencia.

En casa puedes incluir en el menú las vainas, que son una fuente natural de levodopa, la sustancia más utilizada en los medicamentos contra el Párkinson.

Además de comer este alimento de forma habitual, aunque nunca de forma abusiva, es recomendable hacer deporte moderado y ejercicios suaves para las articulaciones.

En InfoFamily te ofrecemos un blog donde podrás conseguir más información sobre este tema y muchos otros para tu familia.

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…… Tenemos más información de interés, descúbrela ……

Problemas del sueño en personas mayores

A medida que los años se suman, las horas de sueño se reducen.

En principio, la hora promedio que todo adulto necesita para tener un descanso reparador se sitúa entre 7 y 9 horas.

Ese tiempo se reducen a 6 y 7 horas de sueño para las personas mayores y, a menudo, no consiguen conciliar un sueño reparador, por lo que se despiertan a menudo a lo largo de la noche.

A pesar de ello, los requerimientos de descanso varían entre una persona u otra.

Así, un deportista necesitará más de 7 horas de sueño para una completa reparación, al contrario que alguien sedentario, que puede necesitar menos.

Existen personas que con solo 5 o 6 horas de sueño ya se sienten descansados y rinden perfectamente.

Sigue leyendo para resolver tus dudas de porqué las personas mayores no logran conciliar un sueño reparador y los mejores consejos para paliar los problemas de sueño en la tercera edad.

¿Por qué las personas mayores duermen menos?

De las 16 horas que dormimos de media siendo bebés, a las 6 o 7 que logramos descansar en la madurez, hay casi 10 horas de diferencia.

A medida que pasan los años los problemas de sueño en la tercera edad se vuelven más frecuentes gracias a problemas en el ritmo circadiano.

El cerebro libera melatonina, la hormona encargada de inducir el sueño, reducir la tensión arterial y la temperatura corporal.

Esta hormona se regula gracias al estímulo que recibe la retina por la luz azul.

Con los años el cristalino, que se encuentra delante de la retina, se amarillea y evita que la luz azul alcance la retina del ojo, lo que se traduce en problemas del sueño.

Esta decoloración del cristalino ocurre con los años y es inevitable. Por lo que es común que las personas mayores duerman peor, madruguen y necesiten una siesta a lo largo del día para recuperarse.

Cómo evitar la falta de sueño en la tercera edad

Además de la inevitable decoloración del cristalino, existen otros factores que pueden ser determinantes a la hora de mejorar o empeorar la calidad de sueño de nuestros mayores.

Para evitar las perturbaciones en el sueño de las personas mayores, lo mejor es que la persona en sí de un largo paseo por la mañana.

De ese modo, cuanta mayor luz natural absorban sus ojos, mayor regulación de la hormona del sueño y mejor control de los ritmos circadianos.

Estos son otros consejos básicos para intentar mejorar la calidad del sueño en personas mayores:

  • Evitar las comidas pesadas antes de acostarse.
  • No tomar ningún estimulante , como la cafeína desde la tarde.
  • Realizar ejercicio preferiblemente por la mañana.
  • Acostarse siempre a la misma hora.
  • No usar aparatos electrónicos en la cama, ya que la luz puede desvelar.

Si el problema persiste, desde InfoFamily te animamos a que acudas a un especialista para consultar otros posibles remedios para los trastornos de sueño en personas mayores.

Consejos para mejorar el sueño en adultos mayores

Si queremos solucionar los problemas del sueño en la tercera edad con remedios caseros, nosotros recopilamos una lista de trucos naturales para ayudar a dormir mejor a nuestro abuelo o abuela.

  • Beber un vaso de leche caliente o una infusión relajante.
  • Realizar ejercicios de relajación y de respiración.
  • Mantener la temperatura de habitación a unos 20 grados centígrados y bien oscura.
  • Si en 20 minutos no has conciliado el sueño, lo mejor es levantarse y realizar alguna tarea relajante: leer o escuchar música suave.
  • Recibir toda la luz natural posible.

En InfoFamily te ofrecemos un blog donde podrás conseguir más información sobre este tema y muchos otros para tu familia.

Alzheimer: Mientras unos intentan olvidar, otros luchan por recordar.

Se llama Eduardo. Tiene ochenta y cinco años y vive en Barcelona. Ingeniero de profesión y retirado desde hace años.

Actualmente, vive con su esposa Rosa y sus mascotas en una pequeña casita a las a fueras de la ciudad. Ha tenido una vida plena y llena de felicidad, aunque como puedes ver con el paso de los años su semblante ha cambiado.

Hace un par de años, en uno de sus chequeos rutinarios a Eduardo le diagnosticaron Alzheimer.

Una enfermedad que le está borrando del mapa rápidamente, ya que casi ni se acuerda de quien es…

Una realidad, que por desgracia,  esta a la orden del día en muchos hogares en nuestra sociedad.

¿Qué es el Alzheimer?

El Alzheimer es una enfermedad cerebral que causa problemas en tu memoria, la forma en la que piensas, tú carácter o comportamiento.

Es una enfermedad muy común que generalmente afecta a personas ancianas, provocándoles pérdidas de memoria y otras habilidades intelectuales de las que la persona disfrutaba anteriormente.

Es tan riguroso que interfiere en la vida cotidiana de la persona en concreto.

Causas del Alzheimer

El Alzheimer se produce debido a la reducción de la producción cerebral.

Lo que provoca un deterioro en el rendimiento de los circuitos del sistema cerebral.

No podemos determinar quién va a desarrollar la enfermedad de Alzheimer, ya que se trata de una alteración compleja y desconocida, en la que, intervienen múltiples factores.

Estos son algunos de los factores que pueden aumentar la probabilidad de que padezcas Alzheimer.

  • La edad. Generalmente, se ven afectados los mayores de 60-65 años, pero también se han dado casos entre menores de 40. La edad media de diagnóstico ronda los 80 años.
  • El sexo: las mujeres padecen Alzheimer con más frecuencia. Seguramente, porque viven más tiempo.
  • Antecedentes familiares. Un 40 % de los pacientes con Alzheimer presenta antecedentes hereditarios.
  • Factores medioambientales: El tabaco se ha mostrado como un claro factor de riesgo de la patología, al igual que las dietas grasas.

Síntomas del Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer afecta a tu memoria en sus diferentes tipos.

Estos son los síntomas que puedes sufrir:

  • Pérdidas de memoria. Con el paso del tiempo, iras notando que tendrás problemas para recordar ciertas cosas. Esta deficiencia se hace cada vez más notoria a medida que pasa el tiempo.
  • Problemas a la hora de realizar tareas cotidianas. Tareas físicas (limpiar, recoger…) y otras intelectuales (hablar, leer o escribir).
  • Alteración en la capacidad de razonamiento. Afasia (pérdida de vocabulario ante palabras comunes).
  • Desorientación. Incluso en lugares conocidos.
  • Cambios en el carácter. Irritabilidad, confusión, apatía, decaimiento, falta de iniciativa y espontaneidad.

Cómo prevenir el Alzheimer

En este punto, es importante que sepas también como prevenir el Alzheimer.

Para ello, la detección precoz de los primeros síntomas va a ser fundamental.

Aquí tienes varias sugerencias que podrías  implementar:

  • Ejercita la memoria y la función intelectual. El haber estado ejercitando la memoria fortalece el cerebro.
  • Manten una dieta equilibrada, baja en grasas. Puedes incluir alimentos que contengan vitamina E, ya que ejerce un efecto protector.

Por lo general, es importante mantener unos hábitos de vida saludables, puede reducir en un 40% de los casos el riesgo de que padezcas Alzheimer. 

Recomendaciones para el mejor cuidado de personas mayores en verano

Cuidar de personas mayores es una tarea que necesita dedicación todos los días del año.

Sin embargo, hay meses en que las temperaturas suben tanto que debemos poner todos nuestros esfuerzos para ofrecer un mejor cuidado a nuestros seres queridos.

El verano es la estación más calurosa de todo el año y debido a diversos factores, las personas ancianas suelen ser las más afectadas.

Para evitar trastornos como golpes de calor, deshidratación o fatiga, es importante que tomes medidas adicionales.

A continuación, desde InfoFamily te ofrecemos algunas recomendaciones para mejorar los cuidados de las personas dependientes en verano.

Ten cuidado con el sol

El sol es el enemigo número uno de las personas mayores y sobre todo en épocas tan calurosas como el verano.

Por lo tanto, es vital que protejas a esas personas que tanto quieres de los rayos UV.

Igualmente, es importante saber como preparar y proteger el cuerpo del sol.

Lo más recomendable, es evitar la exposición al sol entre las 11:00 y las 17:00 horas.

Además, durante el tiempo que la persona mayor esté fuera de casa, deberá utilizar crema solar con un factor de protección alta, ropa fresca y accesorios como gorros o gafas.

Hidratación

A medida que se va envejeciendo, las personas perdemos la capacidad de percibir los estímulos, ya sea en la piel o en las estructuras más profundas del nuestro cuerpo.

Entre ellas, la sensación de tener sed.

Por ello, resulta muy común que los mayores no pidan agua o no les guste tomarla.

Sin embargo, es un aspecto que no debemos descuidar nunca y especialmente, en épocas tan calurosas como el verano.

La deshidratación es un problema al que se enfrentan muchos mayores en esta época.

Con el calor y las altas temperaturas, nuestro cuerpo suda y pierde líquidos.

Por ello, resulta imprescindible reponernos bebiendo o consumiendo alimentos ricos en agua.

Es recomendable beber entre dos o tres litros de agua al día.

¡Hidrátate!

Evita los cambios bruscos de temperatura

También es importante evitar los cambios repentinos de temperatura.

Si la persona a tu cargo, se encuentra al aire libre, es vital que le ayudes a buscar una sombra y repose bajo ella.

Además, es importante mantener la casa fresca.

Una temperatura adecuada oscila entre los 22 y  24 grados.

Igualmente, a muchas personas mayores no les gustan los aires acondicionados.

Resulta ser algo muy común, que ocurre con la edad. Esto se debe a la perdida de tejido graso o enfermedades como la osteoporosis.

En estos casos, lo ideal es que cubras al mayor adulto con ropa abrigada para que el frío no le moleste y se sienta cómodo.

Busca ayuda en el cuidado de personas mayores

Si estas a cargo del cuidado de una persona mayor, trabajas, tienes hijos u otras responsabilidades, debes saber que una de las mejores opciones es contratar a alguien que te ayude con sus cuidados.

Hoy en día existen muchas opciones.

Las más conocidas, residencias y centros de día de la tercera edad o asistencia a domicilio.

De esta manera, podrás encargarte de tus demás responsabilidades, con la seguridad de que tu ser querido estará en manos de profesionales.

En InfoFamily te ofrecemos un blog donde podrás conseguir más información sobre este tema y muchos otros para tu familia.

 

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