Conjuntivitis, protege la salud de tus ojos
La llegada del frío trae catarros, gripes y diferentes enfermedades ocasionadas por algún virus.
La conjuntivitis es una de las razones por las que las consultas de los médicos se llenan durante los meses más fríos del año.
Cualquiera puede contraer la conjuntivitis, pero las personas más propensas suelen ser niños, estudiantes o docentes.
Este grupo de individuos están más en contacto con otras personas y, por lo tanto, cuentan con más posibilidades de contagiarse de cualquier agente infeccioso.
Esta anomalía ocular es muy común y nosotros queremos darte las claves para prevenirla y tratarla con el fin de mejorar tu salud visual y la de los tuyos.
¿Qué es la conjuntivitis?
Antes de nada debes conocer qué es exactamente la conjuntivitis y qué puede provocar en tus ojos.
La conjuntivitis es una inflamación de la cubierta transparente de la parte blanca del ojo y del interior de los párpados.
La cubierta se llama conjuntiva y, cuando algún agente provoca la inflamación, hace que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que ocasiona los síntomas de la conjuntivitis.
Esto provoca picor, ardor, enrojecimiento del ojo e hinchazón.
Cómo puedes saber si tienes conjuntivitis
La conjuntivitis vírica se contagia muy rápidamente entre personas y sus síntomas son muy característicos.
Estas molestias comienzan a los pocos días de la infección.
Por ello, si sufres alguna de estos síntomas, acude a tu médico para que confirme la infección:
- Enrojecimiento y picor del ojo
- Secreción en los ojos
- Formación de costras en los párpados
- Visión borrosa
- Sensación de arenilla en los ojos
Causas que te pueden provocar conjuntivitis
Como ya hemos mencionado anteriormente, esta infección ocular es normalmente muy contagiosa.
Eso sí, existen diversos tipos de conjuntivitis que pueden ocasionarte esta afección en los ojos:
Conjuntivitis vírica: Como su propio nombre indica, se contrae por un virus y puede afectar a uno o los dos ojos.
Esta afección es la más común, se contagia por el mismo virus del resfriado común y se transmite muy rápidamente entre personas.
Sus síntomas se presentan a modo de ardor, picor, sensibilidad a la luz y secreciones moderadas en los ojos, además de un enrojecimiento de los mismos.
Conjuntivitis bacteriana: Tan contagiosa como la vírica pero menos común, la bacteriana suele provocar dolor, picazón, y secreciones amarillentas de pus.
También puede afectar a uno o ambos ojos.
Conjuntivitis alérgica: Este tipo de alteración ocular viene por una reacción alérgica y no es contagiosa.
Tiene síntomas muy similares a los otros tipos de conjuntivitis, pero su procedencia no es a causa de un virus o bacteria.
Cualquier agente irritante puede ocasionarla, como el polen, la caspa de animal, etc. y puede aparecer en cualquier época del año.
Remedios para que evites y trates la conjuntivitis
Aunque la conjuntivitis es una infección muy contagiosa, existen ciertas formas de eludir su contagio:
- Evita el contacto con personas infectadas. La cuestión no es dejar de tener relación con esta persona,lo único que debes evitar es tener contacto con sus secreciones, ya sean oculares, orales y nasales.
- Limpia correctamente tus lentes de contacto si las usas y evita frotarte los ojos con las manos sucias.
- Lávate las manos después de comer, ir al baño o toser y estornudar.
- No compartas ninguno de tus productos de higiene con otras personas.
- En la piscina utiliza gafas de buceo para evitar cualquier contagio.
Si ya sufres de conjuntivitis, lo mejor es acudir al médico ya que, sin tratamiento, pueden existir complicaciones, aunque no siempre.
El especialista puede tomar una muestra de secreción de los ojos para determinar la enfermedad y poner un tratamiento adecuado.
La conjuntivitis vírica se resuelve normalmente por sí sola y no requiere tratamiento específico, aunque el médico puede recetarnos algún colutorio para hacerla más llevadera.
La conjuntivitis bacteriana sí requiere gotas antibióticas y la alérgica se trata con lágrimas artificiales o, dependiendo de la gravedad de la inflamación, antihistamínicos.
En casa puedes llevar a acabo ciertos trucos que te ayudarán a recuperar la normalidad en tus ojos más rápidamente:
- Deja de utilizar lentillas hasta recuperar la normalidad.
- Usa lágrimas artificiales que te ayudarán a limpiar los ojos y a mantenerlos húmedos.
- Emplea compresas tibias y húmedas para los ojos que te aliviarán el picor continuo y ablandar las costras.
- Mantén los ojos cerrados el mayor tiempo posible.
Los síntomas pueden solucionarse en 3 o 4 días, aunque serán unas jornadas difíciles ya que, en bastantes ocasiones, tendrás dificultades para ver y te molestará incluso cualquier foco de luz.
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